Escrito desde el delirio: Caracas y Táchira
Muchos deben soñar con el día en que al llegar a un lugar el hecho de que les guste el fútbol esté acompañado de la pregunta “¿Eres de Caracas o de Táchira?”.
El día en que eso sea común, algo se habrá recorrido en esto que nos gusta llamar fútbol venezolano.
Hasta ahora se acepta, más como una concepción formal que como algo que se pueda plantear como una realidad tangible, que la rivalidad entre Caracas y Táchira es la mayor en el ámbito criollo.
Sin embargo, en todas las esferas del balompié nacional se usa un pretexto -explícito o no- para que ésta no crezca y se coloque a la par de dicotomías que son evidentes en otros países.
Y nos atrevemos a denominarlo clásico nacional.
Hasta que este partido no sea realmente el que dicte el resto del calendario, el que haga que el país futbolístico -hasta el que es vinotinto y europeo- se detenga por 90 minutos, tocará seguir remando.
Incluso las estadísticas están a favor: los títulos, las Libertadores.
Los 16 equipos restantes tendrán que seguir acumulando logros, días memorables, y no sólo a punta de dinero.
En otros países es así: Los grandes son grandes así estén de últimos en la tabla y jueguen con juveniles.
En fin, “no los dejen morir”, parafraseando aquella vieja canción.
Escrito desde el delirio es una forma de expresar pareceres políticamente incorrectos acerca de algunos temas. Con muchos de los aspectos planteados no se está de acuerdo. Con algunos, sí.
El día en que eso sea común, algo se habrá recorrido en esto que nos gusta llamar fútbol venezolano.
Hasta ahora se acepta, más como una concepción formal que como algo que se pueda plantear como una realidad tangible, que la rivalidad entre Caracas y Táchira es la mayor en el ámbito criollo.
Sin embargo, en todas las esferas del balompié nacional se usa un pretexto -explícito o no- para que ésta no crezca y se coloque a la par de dicotomías que son evidentes en otros países.
Y nos atrevemos a denominarlo clásico nacional.
Hasta que este partido no sea realmente el que dicte el resto del calendario, el que haga que el país futbolístico -hasta el que es vinotinto y europeo- se detenga por 90 minutos, tocará seguir remando.
Incluso las estadísticas están a favor: los títulos, las Libertadores.
Los 16 equipos restantes tendrán que seguir acumulando logros, días memorables, y no sólo a punta de dinero.
En otros países es así: Los grandes son grandes así estén de últimos en la tabla y jueguen con juveniles.
En fin, “no los dejen morir”, parafraseando aquella vieja canción.
Escrito desde el delirio es una forma de expresar pareceres políticamente incorrectos acerca de algunos temas. Con muchos de los aspectos planteados no se está de acuerdo. Con algunos, sí.
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