La Vinotinto volvió del punto de no retorno
Se le dio tiempo al tiempo. Aunque el camino al Mundial sigue cuesta arriba, tres puntos y una mejor puesta en escena calman las aguas y confirman que el trabajo se está haciendo. La Vinotinto entendió que el de Chile era un partido de no retorno. Desde el cataclismo ante Colombia, pasando por la apatía ante Paraguay, y hasta el resguardo ante Brasil; en el Olímpico correspondía la apuesta por buscar algo diferente, más osado. Sin perder el equilibrio, como ha sostenido Peseiro desde hace meses. Esta vez, las palabras se verificaron en la práctica. Sí, fue un duelo de igual a igual con los australes, pero se alternaron más pasajes de dominio que de sufrimiento. Además, los goles y los cambios llegaron en el momento oportuno. Hubo respuesta en la cancha y al costado de ella. Osorio siguió con su firmeza, mas hacía falta que Rondón marcase, que Machís desequilibrase y que Soteldo fuese un revulsivo. Todo junto. Sin ser a cuentagotas. Como parte de un proceso, el duelo del Olímpico tambié...