La redención de Samoa Americana

En 2001, Samoa Americana sonó por primera vez en el mundo del fútbol. Lo hizo de la forma más negativa posible, perdiendo 31-0 ante Australia, la peor derrota en la historia de los partidos de selecciones. Diez años después, el equipo del Pacífico logró un hito histórico, su primer triunfo en un partido de eliminatorias, un 2-1 ante Tonga.

El balompié en Oceanía todavía tiene mucho de lo que es el deporte en estado puro. Entusiasmo, ilusión, amateurismo, cercanía. Valores que en los grandes equipos, ligas y encuentros se van agotando con el paso del tiempo, con honrosas excepciones.

En Samoa Americana -o Samoa Estadounidense como la llama FIFA- el fútbol no es el principal deporte. La influencia norteamericana en ese rincón de la Polinesia hace que el fútbol americano sea la disciplina más popular, con el espectacular jugador de los Pittsburgh Steelers Troy Polamalu -estadounidense pero de ascendencia samoana- como su representante más conocido.

UN AVENTURERO

A ese lugar llegó apenas unos meses atrás el holandés Thomas Rongen. Un técnico curtido en el medio norteamericano, campeón de la MLS con DC United en 1999 y cuartofinalista en el Mundial de 2007 con la sub 20 de Estados Unidos. "Los holandeses somos aventureros", dijo a los medios de ese país cuando su arribo a Pago Pago -la capital samoamericana- despertó curiosidad.

Su misión era la de levantar un palmarés completamente negativo. En 1983 se había registrado su única victoria, en un partido no considerado como oficial por FIFA ante Wallis y Futuna -el mismo cotejo que fue su primero como selección-. De allí en adelante sólo derrotas y derrotas, con marcadores cortos y goleadas. Hasta que el 11 de abril de 2001 cayó 31-0 ante el gigante aussie.

Ese día, el planeta asoció ese duelo disputado en la australiana Coffs Harbour con dos nombres. Archie Thompson anotó 13 goles, máximo récord para un jugador en partidos de selecciones. Nicky Salapu fue el portero de Samoa Americana, quien -pese a atajar un puñado de intentos de su adversario- sufrió los 31 tantos en contra.

UN PORTERO

"No me gusta hablar de ese partido", comentó alguna vez un guardameta que, luego de la frustrada eliminatoria para el Mundial 2002 con 56 goles encajados, abandonó el país por un tiempo y regresó para recuperar su puesto en el arco de la selección. Incluso se le atribuye un paso por el fútbol austriaco, algo desmentido por el propio jugador posteriormente.

Luego de aquella noche de abril, Samoa Americana siguió compitiendo y siguió perdiendo. Por ello, Rongen, al arribar al país -en realidad no es un país independiente sino un territorio no incorporado a Estados Unidos- además de formar parte de un acercamiento entre las federaciones norteamericana y samoamericana, aventuró que llegaba con la misión de "dejar algo tangible".

Aparte de Salapu, otras piezas como el goleador Ramin Ott, el ex jugador del Osnabruck alemán Rawlston Masaniai y el jugador universitario Justin Manao, se sumaron al equipo, en búsqueda de torcer la historia.

UN TRIUNFO

El 23 de noviembre de 2011, 22 para buena parte del resto del mundo, quedará marcado como el día en que Samoa Americana, Salapu -único convocado de aquel 31-0 presente en el actual premundial- y el resto de sus compañeros, rompieron una marca negativa. Tres eliminatorias previas, 12 derrotas, 138 goles en contra y apenas dos a favor, quedaron en un segundo plano con el sufrido triunfo 2-1 ante Tonga.

En Apia, capital de la vecina Samoa -también conocida como Samoa Occidental-, goles de Ott y Shalom Luani dieron forma, prácticamente en el primer intento, a lo que había vaticinado Rongen anteriormente. Su equipo no es el favorito para ganar la ronda eliminatoria que reúne también a Samoa e Islas Cook, se completará en cuestión de cuatro días y clasificará a un solo elenco a la siguiente instancia, pero el triunfo ante los tonganos es un paso adelante, una reivindicación para un equipo considerado por muchos como el peor del mundo.

Samoa Americana no irá a Brasil 2014 pero ya tiene algo mejor que contar -de hecho lo hará a través de un documental- que el haber sido protagonista de uno de los partidos más curiosos de la historia del fútbol.