Hoy hace 50 años

En esa época ni siquiera se llamaba Libertadores. Era un torneo naciente, reservado exclusivamente para los campeones de Sudamérica con apenas cuatro ediciones jugadas en los años anteriores. 

Venezuela ya se entendía con un torneo profesional, oficialmente desde 1957, de modo informal desde unos años antes de esa fecha. Ingresar a la Copa era uno de los pasos a dar para incorporarse de lleno al universo del balompié continental.

En 1964, un equipo lleno de extranjeros fue el encargado de iniciar para el país su andar por el certamen que históricamente le ha dado mayores satisfacciones, aunque sin haberle otorgado todavía el premio mayor.

El Deportivo Italia, uno de los máximos representantes del llamado fútbol de colonias, tuvo el honor de debutar por la nación vinotinto en la Libertadores. Le correspondió medirse al Bahia, uno de los equipos más potentes del fútbol brasileño por esos años.

Se definió que ambos partidos se disputasen en la misma sede, el estadio Olímpico de Caracas. De este modo, el cuadro criollo ofició como local en la ida y el brasileño en la vuelta para definir al clasificado a los grupos del torneo, en una ronda equivalente a la actual primera fase.

Hace 50 años, el 4 de abril de 1964 a las 8 y 45 de la noche, el fútbol venezolano hizo su estreno en la aún denominada Copa de Campeones de América. El Italia empató 0-0 con el Bahia, con el portero Rafael Pérez como el jugador más destacado del encuentro. Perecito y Augusto Nitti fueron los únicos futbolistas nacionales que jugaron esa noche.

Tres días después, martes 7 de abril, el campeón nacional marcó el primero de tantos hitos en el historial copero del país. Con un hombre menos en el segundo tiempo y en una cancha afectada por la lluvia, el Italia eliminó al encopetado conjunto bahiano 1-2. Los goles de los brasileños Jaime e Iranildo fueron los primeros de un once de Venezuela en una Libertadores.

La hazaña no paró allí, porque en su estreno en el grupo 3 del torneo, el Italia obtuvo el primer triunfo en el exterior para un cuadro venezolano en la Copa, al superar en el estadio Modelo de Guayaquil al Barcelona 0-1, con gol de Bezerra el 3 de mayo. Derrotas contra el club ecuatoriano y Colo Colo de Chile marcaron la eliminación en las siguientes semanas.

A esa altura, el primer paso ya había sido dado. El único país sudamericano que faltaba por debutar en la Libertadores lo hizo en grande y señaló un camino que medio siglo después se sigue recorriendo, con la meta de algún día alzar el máximo trofeo de clubes y codearse definitivamente con la elite sudamericana.