El libreto pasó factura

El Mundial sigue estando a pocos pasos, pero en Puerto La Cruz, la selección de nuevo mostró que no ha asimilado completamente esa posibilidad. Sin embargo, Chile fue inteligente y contundente mientras que Venezuela no pudo traducir en juego la responsabilidad que tenía en casa y ante la historia. 

Un empate en condición de local puede verse como negocio si las circunstancias de juego lo justifican. Por eso, una presentación vinotinto que no era deslumbrante alcanzaba para aceptar el punto ante un ordenado y práctico adversario. Los dos goles encajados confirmaron quién había hecho los deberes. 

El conjunto nacional tiene asumido un patrón de juego, que en esta oportunidad no se moldeó a lo que ofreció un rival que rotó constantemente a sus jugadores clave y elaboró con pases cortos y ocupación de espacios. El local no impuso su condición, no tuvo empuje y no se desligó de lo preestablecido. 

Juan Arango se echó el equipo al hombro, hizo de Tomás Rincón y de Arango, pero no fue suficiente con sus pases largos. Tampoco alcanzó con la pelota parada. La visita no permitió el circuito criollo y éste a su vez no se activó con un mecanismo distinto al habitual. 

El gol anulado en el primer tiempo quizá hubiese marcado otro camino, pero ya en ese momento Chile funcionaba según su pretensión de desgastar, de esperar el momento oportuno. La genial parada de Renny Vega evitó que se abriese antes la cuenta, sólo eso, porque ya el equipo austral jugaba a sus anchas. 

Cayó el invicto en casa, un lujo que la Vinotinto no podía darse tan temprano en el premundial. La historia ante Chile se mantiene con números negativos, que no se han revertido en suelo patrio. Para poner su bandera en canchas brasileñas, Venezuela tiene que entender que partido a partido hay ocasiones para salirse del patrón, creyendo en la oportunidad única que tiene de alcanzar el objetivo.

Análisis del Venezuela 0 Chile 2 de las eliminatorias del Mundial publicado en el diario 2001, el 10 de junio de 2012.